Israel es un destino turístico único que ofrece una experiencia de viaje multifacética, combinando profundos sitios históricos y religiosos con vibrantes ciudades modernas, playas mediterráneas y paisajes desérticos.
Patrimonio Religioso e Histórico: Israel es la "Tierra Santa" para el judaísmo, el cristianismo y el islam, y millones de peregrinos y turistas visitan sus innumerables lugares sagrados.
Jerusalén: El epicentro de la fe, alberga el Muro de las Lamentaciones, la Iglesia del Santo Sepulcro y la Cúpula de la Roca, sitios imprescindibles cargados de historia milenaria.
Nazaret y Galilea: Lugares clave del Nuevo Testamento cristiano, como la Basílica de la Anunciación y el Mar de Galilea, donde se puede visitar Cafarnaúm, la antigua casa de San Pedro.
Masada: Una impresionante fortaleza en la cima de una meseta del desierto, con una historia dramática de resistencia judía contra los romanos, que ofrece vistas increíbles del Mar Muerto.
Naturaleza y Bienestar: El país ofrece una diversidad natural sorprendente para su tamaño.Mar Muerto: El punto más bajo de la Tierra, famoso por sus aguas hipersalinas que permiten flotar sin esfuerzo y por sus propiedades terapéuticas.
Desierto del Néguev: Ideal para el ecoturismo y la aventura, con cañones impresionantes y paisajes áridos.
Cultura y Vida Moderna:Tel Aviv: Una metrópolis moderna y bulliciosa con un animado paseo marítimo, playas excelentes, una vida nocturna vibrante y el Museo de Arte de Tel Aviv.
Haifa: Una ciudad costera conocida por la coexistencia de culturas y los hermosos Jardines Bahaí, declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Israel satisface a diversos tipos de viajeros: desde aquellos interesados en el turismo arqueológico y patrimonial hasta los que buscan unas vacaciones de playa o aventura.